No tengo tele, por lo que cuando tengo una enfrente me tienta ver si la cosa ha mejorado un poco desde que decidí dejarla.
Entonces jugando con una tele en un hotel veo, en el canal Encuentro, la historia de Andresito. “¿Andresito?”, dirá usted. Y es que antes de ver esto yo hubiera preguntado lo mismo. Claro, cuando puedo compro la yerba mate Andresito, pero por buena y barata.
Y es que Andresito, a diferencia de otros grandes nombres de la historia de estos lados del mundo, como Artigas, San Martín, Belgrano o Alberdi, no pertenecía a esa clase social que puede escribir la historia con letras en libros. Es que la sangre en la tierra se absorbe, lo heroico en el aire se desvanece, lo romántico en el devenir se esfuma. Así es que los que escriben los libros, con buenas intenciones como los antes mencionados, o con dudosas convicciones, como Sarmiento y Roca, son los que hacen su historia perdurable. Los otros no.
“Si Andresito y sus hombres no hubieran detenido a los portugueses, San Martín no podría haber seguido con su campaña libertadora…”
Fue Guaraní.
Nacido en 1778 en Santo Tomé.
Su nombre era Andrés Guacurarí; también fue llamado Andrés Tacuarí.
Pero fue más conocido como Andresito.
¿Ya escuchaste el último programa de Danza de Palabras Programa 11?
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