Leo un texto bajado de un discurso de José Mujica, presidente de la hermana república Oriental del Uruguay. Sabe que somos sujetos de nuestro propio tiempo, es decir, no podemos negar lo que en el mundo pasa. Sería una necedad negar Internet, las hipercomunicaciones, el inglés como lenguaje de comunicación impuesto casi de facto (cayendo y aplastando al esperanto).
Lo importante es tener las herramientas para que todo eso no nos condicione sino que, por el contrario, nos libere, nos de más posibilidades reales de vivir bien. La tecnología que nos circunda hoy día, nos puede abrumar, pero en cambio podemos tomar esa tecnología y hacer del mundo un lugar mejor.
A eso se refiere y, lo tiene muy claro, el proceso inevitable para concretar esta meta se llama EDUCACIÓN. Hay que poner en ella las pocas chirolas que vayamos juntando. Como dice Kovadloff, es un tema que hay que tomar como urgente, pero no apurados.
Dice: “Porque una cosa es la retórica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que implica lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo. Las inversiones en educación son de rendimiento lento, no le lucen a ningún gobierno, movilizan resistencias y obligan a postergar otras demandas.”
Luego sentencia: “Pero hay que hacerlo”.
¿Ya escuchaste el último episodio de Danza de Palabras Programa 11?
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